miércoles, 22 de agosto de 2007

Apagando bocas


Apago la canción que tenía y la casa está en silencio. No hay ruidos. Y yo callo, enmudezco: como no estoy hablando sino tecleando, no meto boche. Nada se oye entonces. Bueno, nada de nada, no. Pero para efectos narrativos, hagamos de cuenta que sí.

Y la música que se me viene a la mente es ambiental, atmosférica, espacial. De esas que uno pone en el equipo de la cabeza para hacer un "trip", para "get high" sin moverse del asiento o de la cama. En realidad es del escritorio, pero ello recuerda demasiado a un lugar de trabajo o una jornada laboral, y no es la idea. La idea es imaginarse unas vacaciones, un break de la ciudad histérica. Por eso, nada mejor que un sonido new age, lounge, house, downtempo, dub, trip hop o chill out de fondo. Puedes cerrar los ojos y hasta taparte las aurículas...después de todo, esto lo estás imaginando.

Eso te hará sentir la buena bulla -o el barulhinho bom: el buen barullito, como se diría en BR-, esa que te trae paz y tranquilidad, esa que se escucha al juntar los labios y que está casi (sólo casi) ausente.

PD: Entiendo que la electrónica -suave como los estilos ya mencionados o veloz como el drum and bass- no suena mal en las metrópolis (aunque se quiera quietud y armonía) ni en las zonas rurales. Así como tampoco un tema folclórico en la urbe o una pieza clásica en el campo. Es que la música se puede tocar en cualquier lado y en todo momento, sea real o ficticia, verdadera o inventada. Es sólo prenderse, sólo parar las pailas...esteeee, las antenas.

2 comentarios:

Revolución sin manos dijo...

Adriano, que difícil es juntar los labios, o será que es sólo para mí?. Creo que yo tengo una necesidad urgente de expresar verbalmente todas mis ideas y pensamientos. El silencio, en definitiva, es para muchos la paz y la tranquilidad, pero nosé si para mí, aunque a veces no creas, hasta yo me canso de hablar.
Hablando más en serio, por supuesto que disfruto de juntar mis labios, de escuchar una rica canción y recostarme. Viajar a través de mis sueños. Soy como Alicia en el país de las maravillas, mi vida es pura ilusión, todo en mi mundo es casi perfecto y por eso me llevo tantas decepciones.
Bueno, creo que ya me desvié del tema. Sólo quiero decirte que sos igualmente hermoso cuando esás en silencio.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Kiuvo man. Muchas cosas por decir sobre el tema. Respecto a la música, tenía hace algún tiempo una discusión con un amigo sobre el valor artístico o musical de la electrónica. El cuestionaba mucho su valor en este sentido, yo no siendo músico ni mucho menos crítico de arte me limito a disfrutar las atmósferas y las sensaciones que esta música transmite. En lo personal su valor musical no lo cuestiono.

Ahora, sobre los silencios, creo que nuestra sociedad les impone muchos vetos. En lo que a mi respecta prefiero una persona que hable poco y lo haga cuando es necesario, a una que tenga que decir de todo para todo. Como dicen, las carretas vacías son las que más bulla hacen.

En conclusión, el ruido sin silencio, probablemente termina siendo igualmente silencio. Hay que darse el tiempo de escuchar y escucharnos.

¡Ssssssssssssilencio!