viernes, 17 de agosto de 2007

Banda sonora



Soy un coleccionista de idiomas. Los acumulo. Son mi fetiche, mi chiche. En mi "linguoteca" están grabados y respaldados algunos, como en un centro de documentación personal o en un archivo privado, aunque no se sabe el número de ellos.

El hecho es que, al escuchar una lengua, empieza una búsqueda por las distintas carpetas en donde están guardados los sonidos hasta que los encuentra. Así funciona en la calle, en las reuniones, etc. Y, a pesar de que muchas veces los reconozco al primer susurro o murmullo del interlocutor, en otros casos es un desafío, un test para tratar de identificarlos. Requiere concentración, precisa de paciencia. Cosas que aunque en la vida diaria me faltan, en los idiomas escasean menos.

Por eso, siempre cargo o subo a mi memoria -que algunos dicen que es prodigiosa, aunque da la impresión de que no cuando me tengo que aprender "de corazón" otros temas- nueva música, como para hacer una compilación lingüística.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bonito blog Adri, tem muito de vc, ou pelo menos daquilo que me lembro de vc... das suas curiosas curiosidades, do seu olhar atento e prevenido... beijo, Erica.